Como salir del Sindrome del Burnout
- Patricia Báez
- 28 jun 2018
- 6 Min. de lectura
El Burnout o síndrome del quemado es una patología derivada del estrés y que nunca aparece de forma instantánea sino que responde a un proceso continuo. Es un estrés crónico experimentado en el contexto laboral. Cuando se trabaja sin ilusión, e incluso con desagrado, con frecuencia se debe a la aparición de este síndrome. Este mal afecta, sobre todo, a aquellos cuyo trabajo tiene una repercusión directa sobre la vida de otras personas y están en permanente contacto con los demás, desbordados por las demandas del público y controlados por la dirección.
El personal sanitario se enfrenta frecuentemente a situaciones de vida y muerte. Su trabajo puede ser física y emocionalmente agotador. El estrés que se deriva de este contexto implica el desarrollo de problemas conductuales como burnout y otros problemas de salud y psicológicos (ansiedad, depresión, etc.). En la actualidad esta temática es importante ya que afecta a la moral y bienestar psicológico de los trabajadores, a la calidad y tratamiento que se proporciona a los pacientes y, por último, puede tener una influencia fuerte en el funcionamiento administrativo de los servicios sanitarios.
También puede desencadenarse en ambientes laborales en los que el trabajador se ve sometido a una situación de maltrato, aislamiento o menosprecio (mobbing o acoso moral). Los estudios encuentran que las causas u orígenes del burnout están en el haber experimentado anteriormente elevados niveles de estrés debido a demandas laborales temporales inusuales, relaciones laborales inadecuadas, trabajar con excesos de demanda, sin recursos adecuados, en aislamiento, haber sentido temor a ser objeto de violencia (física o psicológica), desempeñar roles ambiguos, tener las oportunidades de promoción limitadas, carecer de apoyos, etc.
Cuáles son los síntomas? Distanciamiento afectivo, irritabilidad, atención selectiva, ironía, etc. Se producen diferentes mecanismos de defensa como racionalización, desplazamiento de afectos, negación de la realidad, etc. Absentismo laboral, consumo de medicamentos o drogas, aumento de conductas violentas. Sufre fatiga crónica, dolores de cabeza, problemas del sueño, hipertensión, y diversas enfermedades psicosomáticas. Factores desencadenantes A causa de los síntomas anteriormente citados se producen conflictos dentro de la familia, y dentro del trabajo, con disminución del rendimiento, de la motivación, llegando a ignorar a las otras personas y sus necesidades, comportándose de forma fría o indiferente. Si estás afectado por este síndrome ¿Qué deberías hacer?
1. Ve caricaturas
Ya sé que parece tonto porque precisamente el problema es que ya no tenemos 10 años, pero créeme, ver caricaturas fue una parte importante en mi camino para superar el cansancio y el hartazgo. Cuando prendía la televisión, me permitía regresar a la niñez y olvidarme del estrés para tener una mejor perspectiva de la vida. Tal vez las caricaturas no son lo tuyo, pero la esencia del consejo es que busques algo que de niño te emocionaba. Verás cuánto te ayuda.
2. Pregúntate cómo
Otra manera maravillosa de superar el burnout es dejar de decir “No puedo” y empezar a preguntar “¿Cómo?”. No digas “No puedo manejar esto”, mejor di “¿Cómo puedo manejar esto?”. Este pequeño cambio te pone en un mucho mejor lugar mental para desarrollar la creatividad, resolver problemas y a seguir adelante, sin importar que tan estancado te sientas.
3. Usa hábitos
Los hábitos son una gran herramienta para combatir el hartazgo porque te ayudan a reducir el proceso consciente de tomar decisiones. Cosas como comer sanamente y hacer ejercicio suelen ser las primeras que desaparecen cuando te sientes muy estresado, a menos que sean hábitos tan incrustados en tu vida diaria que ya los hagas sin pensar.
4. Divide tus metas grandes en pequeños objetivos
A veces, el burnout surge cuando la meta a la que queremos llegar es demasiado grande. En lugar de dejar que esto te estrese, tómate el tiempo para fragmentar tus grandes planes en objetivos más manejables. De esta manera, verás que es mucho más fácil empezar a trabajar porque el tamaño de tus pendientes es menos atemorizante.
Tip extra: celebra estas pequeñas victorias cuando las termines. Date un pequeño premio, como una visita al cine o una cerveza con los amigos, y verás que acabarás tu gran meta antes de lo que creías.
5. Modifica tu ambiente de trabajo
No sé tú, pero para mí es imposible sentarme a trabajar en mi escritorio cuando me llega el síndrome de desgaste laboral. En lugar de perder el tiempo esperando a que te llegue la inspiración en un lugar que claramente no te está ayudando, sal y busca algo nuevo.
Si puedes, trata de trabajar desde otra parte. Si el clima lo permite, labora al aire libre o en una cafetería. A veces, el simple cambio de escenario puede ser refrescante y suficiente para combatir el cansancio.
6. Redefine el éxito
Muchas ideas para combatir el burnout buscan ayudarte a lograr a hacer más y más cosas, pero también puedes tratar otra perspectiva. ¿Qué tal si redefines el éxito? ¿Qué tal si empiezas a ver el proceso de completar el trabajo como algo tan disfrutable como llegar a la meta?
Tal vez te des cuenta de que ya tienes lo que quieres y que es momento de bajar un poco el ritmo de trabajo para disfrutar los frutos de tu esfuerzo, sin el desgaste que conlleva.
7. Solo haz tres cosas
Una de las mayores causas del hartazgo laboral es tener una lista de pendientes que esté permanentemente llena. Para combatir esto, primero debes forzarte a planear hacer solo tres cosas importantes cada día de trabajo. Puedes hacer más sí así lo deseas, pero tampoco se trata de presionarte. Esto te ayuda a priorizar mejor tus pendientes y te empuja a decir “no” cuando sea necesario. También te ayudará a no sentirte tan presionado, asumiendo que los puntos en tu lista de pendientes no sean cosas como “escribir un libro” o “abrir una nueva empresa”.
8. Busca una opinión externa
Muchas veces estamos tan adentro de nuestros problemas que no podemos encontrar una salida. Una perspectiva nueva – ya sea la de un amigo, consejero o familiar- puede ser definitoria al momento de desarrollar un plan saludable para salir de la situación que te agobia.
9. Encuentra desfogues creativos
Otra gran herramienta que me ayudó a vencer el cansancio laboral fue desarrollar nuevas aficiones. Sin importar cuál desfogue elijas, debes dedicarle tiempo. Si no tienes un pasatiempo, este es el momento perfecto para tratar de hacer algo que siempre habías querido probar pero que asegurabas no podías hacer.
10. Considera cambiar de empleo
Muchas veces, la misma compañía para la que trabajas puede ser el origen del burnout. Tal vez es momento de cambiar de empleo si crees que tu labor diaria se ha convertido en algo que simplemente ya no te gusta o que tu jefe o compañeros de área generan un ambiente tóxico.
11. Tómate un periodo para trabajar “menos”
Si puedes, reduce tus horas de trabajo o simplemente tómate unas vacaciones. Estas pausas te ayudan a reagruparte y enfocarte en lo verdaderamente importante.
12. Conoce cuándo es momento de presionarte
Conocer tus propias debilidades es fundamental cuando combates el cansancio. De hecho, no hay nada mejor para acabar con el burnout que presionarte para vencer una debilidad. Esto te ayudará a dejar de postergar.
13. No te rindas
El problema con el síndrome del burnout es que es diferente para todos. Lo que funcionó para algunos puede no ser la clave para ti, pero el secreto es nunca darse por vencido. Hay una versión sana, manejable y productiva de tu vida, solo toma algo de tiempo encontrarla. Así que sigue buscando e intenta nuevos cambios hasta que encuentres lo que te funcione. Nunca se sabe dónde o cuándo podrías encontrar la solución a tus problemas de productividad.

Es conveniente que entiendas que para atender a los demás debes estar en condiciones, y para ello debes cuidar de ti mismo, conocerte tu cuerpo y entender sus señales.
Procura realizar un ritmo de trabajo que no sea excesivo, respetando las pausas de comida, descansos, etc.
Cuando te sientas tenso, haz una pausa y procura hacer una pequeña relajación, para luego continuar.
Di “no” cuando te encomienden más tareas de las que puedes realizar.
Procura favorecer el trabajo en equipo e reforzar los aspectos positivos.
Establece fronteras entre tu trabajo y tu vida privada, cuida tu ambiente familiar, haz gimnasia, masajes, relajación.
Apóyate en tu red social: familia, amigos, compañeros...
Si ves que estás sufriendo estos síntomas y no consigues tú solo superar la situación y que desaparezcan los síntomas, existen diferentes estrategias para la intervención y tratamiento de este síndrome que pueden ser agrupadas en tres categorías. 1. Estrategias individuales 2. Estrategias grupales 3. Estrategias organizacional
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